Un poco en estragos,ayer quedo el soldado. No trajeron su baqueta ni la correa de su tambor.
Los cuentos eran inmumerables. De a prisa inundaron sus bocas con actos que ya no eran mas que recuerdos aprendidos. Que sin pensarlo motivaron mas de un tema, mas de una oración. No poseían indicios de sus creencias, una que otra certeza que su carrera le brindaba pero no mas de lo que sus ojos limitaban.
Que prometió y mientió; eso fue de dia
Los papeles los paso por debajo donde se juntaron; sin juntar miradas , ni sonrisas ni carcajadas. Ya no hubo tiempo para pláticas -las explicaciones le provocan una que otra puntada en sus sienes- espero hasta la hora indicada, no llego y se hizo de noche.