de tiempo, no de obsequio...
Curioso, antes hacerme un tiempo era difícil, ahora me doy cuenta, cada vez que volvía a escribir era porque moría (corporalmente) alguien, o bien, tenía un accidente, o bien, me embargaba con tal intensidad una emoción que mi mente no alcanzaba a dar respuestas.
Son tantas las palabras, gestos que quisiera que permanecieran. Pero, ahora, que estoy en mi presente; que no espero a terminar "esto" o "aquello", que de nadie dependo -ni amorosa ni económicamente-, que por fin escribo en primera persona (...) siento, que es más difícil estar en el/mi presente que volar en un futuro, o mirar lo pasado creyéndolo diferente.
domingo, 24 de junio de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)